La acupuntura es una técnica de sanación procedente de la milenaria medicina tradicional china (MTC) con más de 5.000 años de antigüedad. Está recomendada en el tratamiento de numerosas dolencias y enfermedades físicas y, por su enfoque holístico, está indicada también para los trastornos mentales.

La acupuntura es la principal rama de la medicina tradicional oriental. Su nombre procede de ‘acus’ (aguja) y ‘punctura’ (pinchar), y quiere decir punción con las agujas. La práctica de la acupuntura consiste en insertar agujas en determinados puntos del cuerpo para curar la enfermedad o la dolencia que sea.

¿Por qué también se llama medicina tradicional oriental? Porque los protochinos, los antiguos chinos, ocupaban todo Asia, y en esos tiempos ya existía la acupuntura. Hoy se utiliza en todos los países asiáticos y cada uno ha desarrollado una modalidad propia, de forma que se habla de acupuntura china, acupuntura koreana, acupuntura japonesa, vietnamita, etc. Todas se basan en los mismos principios.

 

 

La medicina oriental se denomina además tradicional porque existe desde la alta antigüedad, desde hace más de 5.000 años. El hecho de que se haya mantenido hasta nuestro días podemos verlo como un indicio de que no es una moda pasajera sino una terapia efectiva.

Su uso se expandió en Europa durante el siglo XX y en la actualidad se practica en todas las naciones del mundo. Incluso en uno de los países más pequeños y menos poblados, el Vaticano, el Papa Francisco se beneficia de los servicios de un acupuntor particular que le visita puntualmente desde Argentina.

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce desde 1979 la acupuntura como una simple, barata y efectiva opción terapéutica, eficaz para el tratamiento de al menos 49 enfermedades y desórdenes. Este listado se ha ampliado gracias a la investigación en los años posteriores y a la publicación de documentos y guías para animar los estudios clínicos de esta disciplina. La OMS divulga resultados de ensayos clínicos desde hace varios años para validar la acupuntura, lo que ha mejorado su aceptación por parte de la medicina moderna.

La acupuntura fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco (Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en el año 2010.

 

 

¿Funciona la acupuntura?

Existen numerosos estudios que así lo demuestran, primero, de forma estadística y segundo, porque se ha demostrado mediante resonancia magnética que cada vez que se pone una aguja se activa un determinado área del cerebro. Y además, otro tipo de estudios ha probado las modificaciones neuronales y las variaciones del sistema nervioso y endocrino.

Además funciona porque, más que una medicina según el concepto occidental, es un esquema de explicación de los fenómenos, es una explicación del universo, de sus ciclos, de la relación entre las cosas, de sus causas y efectos y de cómo revertirlos. Cuanto más profundo sea el conocimiento de la medicina oriental, mayor será la capacidad del acupuntor para solucionar bloqueos, dolores y patologías.

 

¿Qué es el qi?

El principio básico de la medicina oriental es el qi, una energía que circula por el cuerpo igual que si fuera el agua de un río, y que puede bloquearse. Si se bloquea, aparece el dolor y/o la enfermedad, y las agujas pueden desbloquear ese qi.

En Occidente lo llamamos energía, pero para Oriente es un concepto mucho más amplio. Para explicarlo podemos recurrir a la siguiente metáfora: podemos pensar en la diferencia entre un animal muerto y otro vivo, un perro, por ejemplo. Por el perro muerto no circula el qi, se ha ido la vida, la fuerza vital, que sí que circula por el animal vivo. Es lo que también se traduce como soplo, el soplo de la vida. Para la medicina oriental, vida es igual a movimiento.

 

La medicina tradicional china, modelo de la realidad

La MTC refleja un modelo de la realidad que, si lo aplicamos a la vida cotidiana, extraemos un estilo de vida tan armonioso que podríamos prevenir las dolencias y no enfermar jamás. En ese sentido, la medicina oriental es preventiva.

Este modelo que nos propone la medicina tradicional oriental podría enseñarse en todas las escuelas de secundaria para que comprendiésemos desde jóvenes como funcionan las cosas desde una perspectiva más natural, más auténtica y más en contacto con nosotros mismos y nuestros ciclos. En definitiva, desde una perspectiva más sana.