La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha constatado que la acupuntura se está haciendo cada vez más popular en numerosos países desarrollados. El porcentaje de población que ha utilizado algún tipo de medicina complementaria al menos una vez alcanza un 42% en Estados Unidos, un 75% en Francia y un 38% en Bélgica. Y no sólo es más popular por el número de usuarios y por el dinero que invierten, sino porque los diferentes gobiernos están empezando a plantearse si la deberían integrar en la prestación de servicios de salud.

 

¿Qué es lo que hace que cada vez más personas prueben la acupuntura? Los principales motivos de utilización de la medicina tradicional complementaria, según la OMS, son el fracaso de los tratamientos de medicina convencional, la creciente preocupación por los efectos adversos de los fármacos químicos y el deseo de llevar un modo de vida sano.

 

Además, se da una creciente insatisfacción con los servicios de atención sanitarios, y tanto los pacientes como los profesionales de la salud quieren un cambio: un mayor interés por la atención integral individualizada centrada en la persona y una mayor atención a la prevención de enfermedades, aspectos frecuentemente asociados a la medicina complementaria.

 

En China, la medicina tradicional contabiliza alrededor de un 40% de la atención sanitaria. Allí hay hospitales mixtos en los que utilizan medicina alopática o acupuntura según convenga. En la mayoría de los casos combinan las dos.

 

En España, cada vez más hospitales envían enfermos a las clínicas de acupuntura, sobre todo pacientes con artrosis y con cáncer. También las clínicas de fertilidad recomiendan a sus clientes que acudan a tratamientos de acupuntura para reforzar el proceso de fertilización. Numerosos hospitales públicos ofrecen acupuntura a sus pacientes.

 

Pero los que más acuden a la acupuntura son los pacientes crónicos. En los sistemas de salud de todo el mundo, los niveles de enfermedades crónicas y los costos de atención sanitaria son cada vez más elevados. Además, tanto los pacientes como los dispensadores de atención de salud quieren un cambio en los servicios de salud para obtener una atención individualizada centrada en la persona.

 

 

Por ejemplo, un estudio realizado en los Estados Unidos indicó que los pacientes con enfermedades reumáticas que consultaban a médicos osteópatas en el contexto de la medicina de familia representaban el 23% de las visitas en un período de un año. En Francia, los pacientes con trastornos crónicos del aparato locomotor representan una gran parte de las consultas a médicos que ofrecen tratamientos alternativos a la medicina convencional. Un amplio número de pacientes con esclerosis múltiple también recurre a tratamientos de medicinas complementarias y alternativas: la prevalencia del uso va del 41% en España, al 70% en el Canadá y el 82% en Australia.

 

En China, según datos de los servicios nacionales de seguimiento de la medicina tradicional china, las cinco enfermedades principales que motivaron admisiones en hospitales de medicina tradicional china en 2008 fueron: accidente cerebrovascular, hernia discal, hemorroides, cardiopatía isquémica e hipertensión esencial.

 

Otro caso muy diferente son los países en vías de desarrollo, donde también ha aumentado el porcentaje de personas que la utiliza pero las causas son muy distintas: es porque no hay otro tipo de medicina. En África, el 80% de las personas usa la medicina tradicional, que cumple una función importante para satisfacer las necesidades de atención primaria de salud de la población desde hace mucho tiempo.